En una cabeza de adulto, hay aproximadamente 1 millón de pelos, oscilando entre 100.000 y 150.000 en la zona de la cabeza (cuero cabelludo).
La masa capilar es el volumen, cantidad y densidad que tiene el pelo en el cuero cabelludo, siendo la raíz el origen de esta masa capilar. Alrededor de esta raíz existe colágeno y vasos sanguíneos que le aportan al pelo la alimentación para tener un crecimiento sano, abundante, suave y brillante
La salud del cuero cabelludo, radica en tener una buena nutrición de la raíz del pelo y este hace que crezca más fuerte y sano. Cuando existe una malnutrición de esta zona, se produce la caída del cabello, y aunque la causa principal suele ser el envejecimiento del folículo piloso por la edad, también influyen la genética y otros factores como son: el estrés, una mala alimentación, la falta de algunas vitaminas, así como agentes ambientales que debilitan y hacen que el cabello se caiga. Los niveles de testosterona también están involucrados en la caída del cabello, ya que van atrofiando el folículo piloso debilitándolo en el tiempo.
Fisiológicamente, también el colágeno que rodea la raíz se acumula y se vuelve rígido lo que impide el aporte de nutrientes y de oxígeno, y esto hace que como consecuencia el cabello se debilite, se vuelve más fino y se rompa con facilidad.
La pérdida del cabello se desarrolla de forma gradual por toda la cabeza o bien en ocaciones sólo en pequeñas zonas aisladas.
De forma general la pérdida de cabello de la cabeza es algo fisiológico, ya que una persona pierde entre 50 y 100 cabellos de la cabeza al día, siendo la primavera y el otoño las épocas más intensas ya que son las dos estaciones del año en las que se produce la renovación y cambio de pelo en las personas.
El pelo se cae en mientras nos lo estamos lavando, peinando o simplemente lo tocamos con las manos. Entre las causas que pueden originar esta caída nos encontramos el estrés físico o emocional, aunque también son causas de este tipo de caída las siguientes:
- Pasar fiebre alta o infección grave.
- Después de un parto.
- Cirugía mayor, enfermedad grave, sangrado importante.
- Dietas drásticas, especialmente las que no contienen suficientes proteínas.
- Muchos medicamentos, como retinoides, anticonceptivos, betabloqueadores, ciertos antidepresivos, algunos antiinflamatorios, así como los bloqueantes de los canales del calcio.
Algunas mujeres de edades comprendidas entre 30 y 60 años pueden notar que se les ha producido un adelgazamiento del pelo, que afecta a todo el cuero cabelludo. La pérdida de cabello puede ser abundante al principio, y luego disminuye o se detiene de forma gradual. No existe ninguna causa conocida para este tipo de pérdida del cabello. Otras causas posibles de pérdida de cabello, son:
- Alopecia areata: caracterizada por parches de calvicie que se dan en el cuero cabelludo, la barba y a veces también en las cejas. Las pestañas también se pueden caer.
- Anemia.
- Trastornos autoinmunitarios como el lupus.
- Quemaduras.
- Ciertas enfermedades infecciosas como la sífilis.
- Uso excesivo de champú y secador.
- Cambios hormonales.
- Enfermedades del tiroides.
- Hábitos nerviosos como arrancarse el cabello continuamente o frotarse el cuero cabelludo.
- Radioterapia y alguna quimioterapia.
- Tiña de la cabeza (tiña del cuero cabelludo).
La caída del cabello se presenta normalmente de forma irregular en el tiempo, con fases agudas en las que suele coincidir: carencia de nutrientes, debilitamiento prematuro del bulbo capilar y mayor fragilidad de la estructura interna del cabello. Para combatir estas tres causas es preciso contar con un tratamiento multifuncional.
Los cabellos perdidos no se vuelven a recuperar pero, si ponemos solución a tiempo, podemos impedir que el cabello se siga cayendo y ralentizar el proceso de calvicie.